jueves, 7 de abril de 2022

Mater Fidei Dolorosa

Oh penitencia, Mater Dolorosa.
Eterna dulzura en saya encarnada, 
paño de pena sin ser revelada.
Ora pro nobis mi madre amorosa.

Lágrimas que tu espíritu rebosa
fraguando la lenta marcha cegada
 en racheo prieto y noche bordada.
¡Treinta promesas, oh,...tarde brumosa!

Piedad, Misericordia y Amargura, 
Esperanza, que aflicciones cercena, 
plegarias a una madre única y pura.

 Deja que hoy aligere esa condena
fresando entrañas contra roca dura.
Esparto y sudor, tu Salve resuena.

domingo, 20 de marzo de 2022

Ángel y Mario

Trabáronse dos hilos y un destino,
turbáronse dos almas de fina hechura,
corazones zurcidos por ventura
sobre tela de bordado divino.
Hoy se juran García y Celestino.

Bendice, Dolorosa Madre, el cante
de la voz que robó con blanco guante
un delirio que nunca se confiesa,
y el tiempo pone a prueba por promesa,
mas si cierto fuere, por siempre amante.

A nuestros amigos Ángel y Mario en el día de su boda. 
"Semper fidelis, in eternum aeternum"

Rafa y Puri.



miércoles, 6 de octubre de 2021

Poema. Colonos Carolinenses; Primer Premio de Poesía en el I Certamen Literario de la Asociación Corso a Saliente. Fuero 250 Aniversario.

I
¡Apúrate mujer, Dios ha escuchado,
hagamos presto hatillo con mudanza,
Von Thurriegel confirma la bonanza
con aval del rey Carlos Ilustrado!

Sueños de labrador, gañán honrado, 
animales tendré, ajuar de labranza,
mis penas negaré, seré esperanza;
y al calor, secaremos lo llorado.

Troquemos raudos ésta casa fría,
mil hermanos responden la llamada
que engendrará una gran feligresía.

Emprenderemos pues la gran cruzada,
tras toisón, ¡cierra España patria mía!; 
cincelaré mi historia no contada.
  
II
Al arribar a puerto, cuarentena;
vida marginal, sol que nos desquicia.
¡No cumplisteis promesa sin argucia 
y no fue lo firmado esta condena!

Monte y desbrozo, plomos y galena,
buscando agua, drenando la inmundicia...;
infame estrella ésta que nos auspicia;
¡sufrimiento sin par,... Sierra Morena!

Tierras para sorteo son las suertes,
en fanegas ¡cincuenta!, huerta y secano
que consumen el brío en brazos fuertes. 

Musitan preces mis labios en vano,
no permitas buen Dios, contar más muertes;
pues lloro aún, al que fue mi fiel hermano. 

III
 Buen convento pisó un místico santo,
ayuda y fe infinita de hombres puros,
que prestaron labor en lances duros
tras maitines del alba y noble canto. 

 Fuimos de bandoleros el espanto,
supimos con unión vivir seguros, 
trabajo y tesón dan frutos maduros
saciando el hambre bajo único manto. 

¡Campomanes, talentoso proscrito; 
Fuero que privilegios nos dispense,
moriré amando esta tierra, lo admito!

Revelo mi vulgar vida a quien piense
en el destino como un libro escrito;
 fui colono y amén, ... ¡carolinense! 





lunes, 4 de mayo de 2020

No te rindas alma mía.

¡NO TE RINDAS ALMA MÍA!




Porque un alma derrotada
no es un alma rendida.

No te rindas alma mía.

No te abandones al abismo
egoísta que todo lo hunde,
que te arrastra inerte como despojo, 
contra la dársena del olvido.

Porque una mala decisión
no ha de ser el ataúd de madera,
donde enterrarte junto a osarios
de dudas, lágrimas y pena. 

No te rindas alma mía.

Porque es patrimonio cierto
el que marcó de amor tu vida, 
el que se obtuvo tragando la hiel del desaliento,
para poder escupir con orgullo las verdades, 
que murieron en cualquier esquina.

Grita, besa, llora, muerde,
discute con ascetas
que nieguen el placer,
deja temores afuera,
y abraza firme tu Amén.

No te rindas alma mía.

¡Que aún te quedan desvelos
ciertos en madrugadas frías!

No te rindas mientras te quede aliento
para seguir tocando la corneta,
con labios apretados
y la figura compuesta.

No te rindas alma mía,
que también yo fui náufrago
y perdí el rumbo en mil océanos,
escuchando cantos de sirenas.

No te rindas alma mía.

Porque aún no has conquistado la luna
que prometiste una noche de primavera.

Porque aún no has apostado
el corazón en el amor y su ruleta,
porque aún soy rey de picas
en la baraja que manejas.

No, no te rindas
aunque veas toros en el ruedo,
son las cinco de la tarde
y toca ceñirse al miedo
por naturales, sin armar la muleta.

No te rindas alma mía.

Porque alguien espera tu roce,
tu mano, tu beso,
para seguirte al infierno.

Porque eres Quijote, Godot
y el Príncipe de Salina;
porque tienes el valor,
la esperanza y el dolor,
no te rindas alma mía.

Porque no has reído suficiente,
porque no soñaste bastante,
¡porque te vistes con guantes
ante amigos sin honor!,
y porque tienes duelos pendientes.

No te rindas alma mía.

Porque tienes que llenar de luz mis estancias,
abrir las ventanas a la vida,
vaciar de cuitas los trasteros
y purgar ofensas con besos.

Porque aún no has quemado tus naves,
porque aún no han tocado a degüello,
porque nadie sale ileso
cuando lucha por su sueño. 

No te rindas alma mía,
que aún queda Sol para llenar
de cálido y fragante ámbar
los versos de una vida que espera. 

Porque un alma rendida no sueña, 
y aunque tengas que vivir despierta
esta vida que siempre duele,
aprende luchando, alma mía,
que a ser feliz se acierta,
cuando solo te rinde la muerte.



Con el permiso del maestro Benedetti,
deseo homenajear su poema
 lanzando estos versos 
contra el abatimiento que provoca la depresión y 
las depresiones que provoca un virus regio.







lunes, 6 de abril de 2020

Renato, Jimena y El Conde.


Fue Jimena, princesa de feudo y vasallaje,
dama con espejo, presa en la más alta almena, 
pues a manos de un mal conde ha recibido ultraje.
¡Mal rayo parta al noble que dictó su condena!

Su padre, Recaredo Juan, “El Cinchas” de apodo, 

reclama su desquite y cede por recompensa
la mano de su pía hija, tierras y acomodo
al paladín que lave a sangre la sucia ofensa.

Muchos fueron los héroes presentes al reto, 
un señor de Castilla, tres nobles de Bramante,
y un moro sarraceno con fétido amuleto
de huesos, macaco en hombro y ajustado turbante.

Mozo de porte altivo, golfo pero pudiente, 
fue Renato elegido por su arrojó en combate;
sin olerse la corte que éra poco ardiente
y en alcoba guiábase mas bien, como abate. 

Citó por discreción y sigilo el buen Renato
al descarado conde en un apartado llano, 
por resolver la afrenta sin demora, en un rato;
más presentándose éste, ¡bien guapo era el fulano!. 

-¡Ay mi gran conde!-, plácido gemía Renato. 
-Sácate raudo eso que bajo el jubón se esconde
y compártelo ya, bribón, no seas ingrato.-
Ora caricia, ora empujón, ¡el amor responde! 

-¡Jimena, a mí! - se oyeron los gritos de palacio. 
-Soy Renato, y desvaído he dejado al corchete, 
vamos mujer no tengas miedo, baja despacio 
que nos aguarda nuestro amo y su grueso florete.- 


Quedan sin rematar estos satíricos versos
pues nada hubo del buen Renato, el Conde y Jimena,
fugados una noche cuan judíos conversos, 
dejando una nota en aquella alta y fría almena. 


¡No os preocupéis buen Rey, quedaos quieto, 
que no conocerán la sed ni el hambre, 
pues a mi cargo están y yo os prometo, 
llenar su almuerzo de leche y buen fiambre! 
                  
    El Conde. 


















miércoles, 1 de abril de 2020

Soneto de Pasión a mi Virgen de los Dolores.


¿Por qué quieres que tema llena luna?,
¿por qué llegas en este mes florido?,
¿por qué mi corazón arde afligido?,
¿por qué un monte de olivos y aceituna?

Arcángel, que agria anuncias mi fortuna,
augurio a muerte de un hijo querido
que nunca mío fue, habiendo parido;
di al Padre, que meciendo estoy su cuna.

Lleva en tus fuertes alas mi lamento;
mas si ha de sufrir, no sueltes su mano;
¡vengan a mí, pasión, cruz y tormento! 

Divino hijo que entregas como humano,
Cordero de Dios, ¡cuánta pena siento!;
¡sea este cáliz, sin morir en vano!

Quizás sea momento para recordar este soneto de Pasión 
que escribí hace ya algún tiempo. 

Dedicado, con todo el amor que éste 
humilde pecador profesa
 a su Madre Dolorosa. 
Y a la Magnífica Cofradía de 
Nuestra Señora de los Dolores. 

miércoles, 18 de marzo de 2020

Idus de Marzo.



Se marcharon sin festejo los Idus
de este marzo solitario y aciago;
así pues, tomo en soledad el trago, 
que perdí con vos por vencer el virus.

#Covid19 
Ya lo celebraremos como es debido 
cuando venzamos este mal, amigos míos.

Mater Fidei Dolorosa

Oh penitencia, Mater Dolorosa. Eterna dulzura en saya encarnada,  paño de pena sin ser revelada. Ora pro nobis mi madre amorosa. Lágri...