Trabáronse dos hilos y un destino,
turbáronse dos almas de fina hechura,
corazones zurcidos por ventura
sobre tela de bordado divino.
Hoy se juran García y Celestino.
Bendice, Dolorosa Madre, el cante
de la voz que robó con blanco guante
un delirio que nunca se confiesa,
y el tiempo pone a prueba por promesa,
mas si cierto fuere, por siempre amante.
A nuestros amigos Ángel y Mario en el día de su boda.
"Semper fidelis, in eternum aeternum"
Rafa y Puri.