viernes, 19 de octubre de 2018

Legere



Yo, que escape del Taigeto para caer en las aguas tibias de sus mentiras;
que regresé a Ítaca para quemar un hogar profanando ídolos paganos;
que pacte una tregua con mi corazón para capitular por honor.
Yo, que hoy he regresado a los mentideros vistiendo aquel frac azul,
aquel chaleco amarillo que será mi mortaja.
Yo, buscando un pasado que marchó a galope con latir furioso
sobre las rojas copas que bordó el otoño ceniciento.
Yo, que perdí el sueño luchando con demonios en cada anillo del angosto infierno.
Fui el rojo y el negro, el hidalgo que apostó su alma en un juego burlesco de naipes marcados. 
Soy quien enloqueció en un laberinto de arrayán perfumado, sin reina y sin corazón; 
el buen soldado, el fantasma que escapó de If.
Soy el error, acierto y azar, 
el idiota que vive en las páginas de cada libro singular.

Mater Fidei Dolorosa

Oh penitencia, Mater Dolorosa. Eterna dulzura en saya encarnada,  paño de pena sin ser revelada. Ora pro nobis mi madre amorosa. Lágri...