sábado, 22 de julio de 2017

Keko, el akuma lanudo. (Adonis de algodón)

Sufriste lejos siendo maltratado, 
anduviste famélico y perdido;
llegó un ángel, capricho consentido, 
que quiso cobijar tu ser rosado.

Negras gemas en rostro guateado  
que roncan noches en catre enlucido;
cuan blanca sombra a mi alergia cosido, 
redoblando baquetas, afinado.

Lanudo noble, rápido y sedoso, 
trepas sillones dando volteretas,
trapecista en jarapas sigiloso.

Un ¡vámonos!, y suenan panderetas, 
inquieto mordisqueo de pies jocoso;
¡espera un poco, que estoy en chancletas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mater Fidei Dolorosa

Oh penitencia, Mater Dolorosa. Eterna dulzura en saya encarnada,  paño de pena sin ser revelada. Ora pro nobis mi madre amorosa. Lágri...