De secretos y sueños te burlaste,
ni un consuelo a mi pena tu cariño,
ni beso de perdón como a un niño;
roma púa de amor, hilván bordaste.
ausencia y dolor fueron el aliño,
mas ácido sabor deshizo el ciño
que de podrido cáñamo anudaste.
Tú que pregonas, ¡oh... céfiro alado!
con murmullos de sal en mar furiosa,
se juglar y recita enamorado:
¡Gran lápida te di, la más hermosa,
siendo adobo de piélago besado
con murmullos de sal en mar furiosa,
se juglar y recita enamorado:
¡Gran lápida te di, la más hermosa,
siendo adobo de piélago besado
tu epitafio dictó pluma espumosa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario