¡Rediez, no vi lechón volar, Pinocho!
Tampoco al escorpión amar de veras,
solo veo al pancista ego galocho
que por malcriado párvulo ya fueras.
Si hay corazón y esfuerzo, no reprocho,
ni al afecto sincero alzo barreras,
hallando más placer en un bizcocho
que en tus mil y un capricho con chorreras.
Tu ser, no aloja paz de limonero,
ni quiere ser valiente por sensato.
¡Goza pues, lo que compres con dinero!
Aún verdea el hombre que es niñato,
sin saber que el rencor es mal viajero
y que en amor, dos más dos no son cuatro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario